jueves, 4 de julio de 2013

UNA POLICIA CONTRAREVOLUCIONARIA


El 4 de abril del año 2011, hace tres años, el equipo de políticamente incorrecto redactó un ensayo llamado “Nuestra policía nacional” en el que hacíamos un recorrido sobre la historia de la policía a la luz de las diversas denuncias de la sociedad civil de maltrato y atropello vinculado a marchas y manifestaciones contra las elecciones denunciadas como fraudulentas, tanto la presidencial como las municipales/regionales. Las últimas denuncias de parte de jóvenes y adultos involucrados en apoyar a la Unidad Nacional del Adulto Mayor en su toma del edificio del Instituto de Seguridad Social en Managua, como parte de su lucha por el reclamo de obtener una pensión mínima de vejez, nos han llevado a retomar el mismo artículo para poner en contexto estos atropellos a los derechos humanos de los y las nicaragüenses.

De acuerdo a varias denuncias interpuestas ante la fiscalía de la República de Nicaragua, durante el intento de parte de grupos de personas que acudieron de forma espontánea (organizados desde las redes sociales como #OcupaINSS) para ayudar a los y las ancianos llevándoles agua y comida (acción que fue impedida por la policía nacional) se dieron una serie de detenciones ilegales, acompañadas de maltrato, agresión policial y en un caso específico del cual se cuenta con el testimonio y las evidencias físicas, interrogatorio bajo tortura con ácido.

Las denuncias también indican que en la madrugada del sábado 22 de Junio, en las inmediaciones del edificio del Instituto de Seguridad Social, el plantón de la Unidad Nacional del Adulto Mayor, conformado por ancianos y ancianas y jóvenes que les estaban apoyando, sufrió un brutal ataque por parte de unas doscientas personas encapuchadas. Estas fueron llegando en camiones de la alcaldía de Managua para agredirlos y robarles sus billeteras, bolsos, aparatos electrónicos y hasta los vehículos que se encontraban estacionados en las cercanías. Todo esto frente a la vista y paciencia de un cordón policial que no sólo no ayudó sino que incluso pateó a las víctimas que intentaron buscar ayuda aferrándose a las piernas de los agentes. Sobre esto también existen varios testimonios, tanto en video como escritos en el CENIDH y ante la fiscalía; incluso existe un video de cámaras de seguridad, que muestra cuando una parte de los atacantes persigue a un grupo de jóvenes hasta la gasolinera PUMA en las inmediaciones de la rotonda de Plaza Inter.

Sin embargo, la policía nacional afirma que todo esto es falso. ¿Cómo es posible? Hagamos un recorrido histórico que nos permita entender como llegamos aquí.

La revolución popular de 1979 dejó a Nicaragua al menos cuatro grandes resultados: el derrocamiento de un sistema dictatorial sangriento, la implementación de un magno proceso de alfabetización y dos instituciones fundamentales, un ejército y una policía con valores cívicos

La historia de la Policía Nacional es relativamente corta debido a que es una organización novedosa en la vida de la república de Nicaragua. Esta es la primera organización policial del país, antes de 1979 la Guardia Nacional (GN) hacía las veces de policía, a su vez la GN era la herencia del cuerpo armado que el general conservador Emiliano Chamorro y los marines norteamericanos llamaron la Constabularia, en 1926.

La GN resguardaba las fronteras, espiaba a la oposición de Somoza para eliminarlos, funcionaba como Policía de Tránsito para darle la coima a los coroneles. Era oficina de Migración, investigaba los delitos comunes. Contaba con una oficina “antinarcóticos” mientras sus generales tenían las más grandes plantaciones de marihuana en la zona de Sébaco y Waslala. Controlaba la prensa con una Oficina de Radio y Televisión, que censuraba previamente los contenidos de todos los medios de comunicación.

La Policía Nacional de Nicaragua nace con la revolución en 1979. El Gobierno de Reconstrucción Nacional el 22 de agosto de ese año declara disuelta la Guardia Nacional, la Oficina de Seguridad Nacional y el Servicio de Inteligencia Militar, y las leyes del país.

La policía nace el cinco de septiembre 1979, con el nombre de Policía Sandinista, pero hasta 1980 con el Decreto 559, se crea la “Ley de Funciones Jurisdiccionales de la Policía Sandinista”.

Entre 1982 a 1988 se priorizó la defensa militar debido al conflicto armado que existía con la resistencia. Se formaron fuerzas operativas/administrativas en apoyo a las tropas del Ministerio del Interior. En ese entonces la organización policial era una fuerza bastante militarizada, sus cuadros rotaban en todas las especialidades del Ministerio del Interior (hoy Ministerio de Gobernación) que eran la Seguridad del Estado, el Sistema Penitenciario y la Dirección de Migración

Entre 1989 y 1992 se cambia el uniforme y se asume el nombre de Policía Nacional. El Decreto Ejecutivo 45-92 definió la función, organización y carrera Policial. En 1992, la Ley 144, Ley de Funciones de la Policía Nacional en materia de Auxilio Judicial, fija nuevas funciones a la Institución.

La Unión Nacional Opositora (UNO) que ganó las elecciones en 1990, tenía previsto como parte de su plan de gobierno la liquidación del Ejército Popular Sandinista y la transformación radical de la Policía Sandinista, lo que requería eliminar cuadros intermedios, medios y de dirección de ambos cuerpos armados, debido a su afiliación con el FSLN. Cuando Violeta Barrios asume la primera magistratura del país, el control sobre la organización social y la barrida de mandos para transformar la organización se convirtió en una prioridad, esto con el apoyo del presidente de Estados Unidos George Bush padre.

El gobierno de Barrios y la injerencia del gobierno de Bush era posible debido a que ambas organizaciones, tanto la militar como la policial carecían de leyes propias que las regularan. El plan era erradicar toda la plana mayor de la policía, contando luego con la asesoría del gobierno español de Felipe González y la guardia civil española para transformar la policía. Uniéndose a este plan estaba Arnoldo Alemán, entonces alcalde de Managua, con la idea de formar una policía municipal. Esto puso en alerta al FSLN, que temía el uso político para la persecución de militantes sandinistas por parte de esta nueva fuerza de orden público propuesta por Alemán.

En 1992, el ministro de la presidencia Antonio Lacayo (actual director ejecutivo del Centro Empresarial Pellas) volvió de un viaje a Washington con la misión de despedir al jefe de la policía René Vivas. Esto era una manera de responder a las exigencias de parte del gobierno norteamericano de ir eliminando a los cabecillas del ejército y la policía para destrabar los 100 millones de dólares en créditos y donativos que constituían la cantidad anual prometida de desembolsos de Estados Unidos para Nicaragua por diez años, como premio a la renuncia pública de la presidenta Barrios a la indemnización que la Haya había fijado en 17 mil millones de dólares por el financiamiento y asesoría brindada por Reagan a la resistencia.

La policía se opuso a estos despidos y finalmente, para evitar futuras injerencias por parte del gobierno norteamericano, se condicionó la salida de René Vivas con la formulación de una ley que regulara la institución policial. Se aprovechó que en aquel momento la constitución permitía al ejecutivo aprobar leyes, fue así como nació la Ley Orgánica de la Policía Nacional.

La ley permitió definir la organización, funcionamiento y campo de actuación policial. Así como la posibilidad de tener una identidad propia, de naturaleza civil y de carácter apartidista.

La doctrina policial publicada en 1997 define los valores de Patriotismo, Legalidad, Humanismo, Profesionalismo, Integridad, Servicio a la comunidad, Espíritu de cuerpo, Carácter preventivo y Enfoque de género.

La legalidad se define en la doctrina como “La organización, funcionamiento y actuación de la Policía se basa rigurosamente en la ley. Legalidad implica el apego irrestricto al marco legal existente, la defensa y promoción del Estado de Derecho, la promoción y defensa de los derechos humanos y la actuación imparcial sin distingo de raza, sexo, credo, posición política, económica o social. La legalidad está por encima de los intereses personales de grupos particulares”

A finales de los 90 la Policía Nacional buscó modernización y desarrollo y con el apoyo del Reino de Suecia se puso en marcha el Proyecto de Modernización, Desarrollo y Capacitación de la Academia de Policía y la Policía Nacional de Nicaragua.

La historia posterior de la policía nacional ha tenido sus altos y bajos como en el 2003 cuando las declaraciones (en parte exageradas por los medios) del entonces jefe de la policía Edwin Cordero, de que efectivamente en ocasiones se había pagado con droga a informantes, dejando al descubierto prácticas que fomentaban la corrupción. En el 2006 el entrenamiento de los policías mostró su debilidad cuando un campesino asesinó en Juigalpa a un capitán e hirió a otros dos policías que intentaban desarmarlo; ese mismo año el conductor privado del jefe de la Policía de Managua, Comisionado Mayor Carlos Bendaña, apareció vinculado al asesinato de Jerónimo Polanco, dueño de centros nocturnos de Managua y gran amigo de la policía que hacía donaciones a la institución.

Por momentos parecía que nuestra policía estaba entrando en un sistema de descomposición bajo la influencia y embate del narcotráfico y las tendencias neoliberales, sin embargo, la policía se sostuvo, manteniéndose en el puesto de la policía más eficiente y menos corrupta de Centroamérica; se generó también un combate de frente a la narcoactividad, particularmente bajo el mando de una nueva jefa policial: Aminta Granera.

En el año 2006 Aminta Granera se disputó el puesto de jefa de la policía con Ana Julia Guido, que era la preferida entre los oficiales más antiguos por vínculos de lealtad política e institucional. De Granera se decía que no era del pueblo por ser hija de una familia leonesa de alta posición social, a pesar de haberse destacado en la lucha contra Somoza y haber ejercido la jefatura de distintas especialidades de la Policía; también se decía que tendía a actuar de manera excesivamente individualista.

Finalmente el presidente Enrique Bolaños nombró a Granera y la policía mantuvo su lucha por mantenerse en el camino fiel a sus valores y principios, hasta que llegó el año 2007.

Antes de que Daniel Ortega Saavedra asumiera nuevamente la presidencia de la república, la policía nacional había echo un largo y penoso recorrido para convertirse en una de las pocas instituciones sobrevivientes de la revolución. Una institución en continuo aprendizaje que había desarrollado un exitoso trabajo con las pandillas juveniles, único en centro América, con una lucha frontal contra el narcotráfico y un reconocimiento social con el que no contaban otros poderes del estado o los partidos políticos.

El 5 de septiembre de 2008, la primera dama Rosario Murillo leyó en la celebración del 29 Aniversario de la Policía Nacional un decreto presidencial en el que se definía el ascenso como comisionados generales a tres oficiales que se suponía eran leales a Ortega, a la vez que se enviaba a retiro a seis comisionados que gozaban de la confianza de Granera.

Uno de los retirados era el ex jefe de la desaparecida Unidad Anticorrupción, eliminada por órdenes del presidente Daniel Ortega. Ninguno de los retirados estaba en la edad de jubilación, no habían agotado su segundo período en el cargo y todos contaban con buenas referencias.

De manera extra oficial se supo que el presidente Daniel Ortega tuvo “razones políticas” para ordenar el retiro de estos oficiales superiores, ya que todos ellos pertenecían al círculo de confianza de la primera comisionada Aminta Granera, quien hasta se dice pensó en la posibilidad de renunciar.

En el año 2008 el presidente Daniel Ortega hizo las siguientes declaraciones en un acto público en el que se encontraban los jefes de la policía y el ejército:

“Esta es una Policía y un Ejército que surgieron de una revolución, con una gran mística, pero en estos 16 años de neoliberalismo, de capitalismo salvaje como llamaba Su Santidad Juan Pablo II ha venido la descomposición por todos lados, tenemos que admitirlo y hemos visto cómo Aminta al frente de la Policía ha sancionado y expulsado a los hermanos policías”.

“Independientemente de sus valores como revolucionarios que tenían, sus valores como luchadores, empezaron a caer en las garras de la descomposición del capitalismo salvaje, como decía Juan Pablo, y entonces los ha tenido que sancionar y expulsar, ha tenido que depurar a la Policía”.

“Pero ahora vienen estos muchachos y muchachas jóvenes que vienen con esta promoción y vienen totalmente limpios, como los muchachos y muchachas del Ejército, que son los que más tenemos que cuidar para que no se nos vayan a descomponer y que tengamos una mayor garantía de seguridad ciudadana”.

En el 2009 la jefa del personal policial Elizabeth Rodríguez y Mercedes Ampie jefa nacional de la comisaría de la mujer asistieron al primer congreso departamental de mujeres sandinistas en instituciones del Estado, en el cual el Frente Sandinista se declaró en campaña permanente para lograr la reelección presidencial de Ortega. Las dos funcionarias votaron públicamente, Rodríguez en uniforme reglamentario e identificación en alto, a favor de la reelección.

La jefa policial Aminta Granera criticó esta asistencia, pero nunca se supo de ninguna sanción. En octubre de ese año, Rodríguez fue promovida y poco después el esposo de Rodríguez Justo Pastor Urbina, fue promovido también para convertirse en director de Operaciones Especiales Policiales (DOEP).

En el año 2010 uno de los hijos del presidente Ortega, se casó con una hija del comisionado mayor de la policía Francisco Díaz, uno de los ascendidos en el 2008 para reemplazar a uno de los cuadros afines a Granera.

Desde el 2008 hasta hoy se han registrado una serie de anomalías y faltas por apatía e inacción de parte de la policía nacional como cuando permitieron que militantes del FSLN agredieran a activistas de la coordinadora civil en el campo de la catedral de Managua. Una actuación evidentemente partidista se pudo ver en el desalojo del alcalde de Boaco, víctima del fraude electoral; e incontables actuaciones de contención y represión a activistas de oposición al gobierno, contrastantes con el dejar hacer a los militantes del FSLN; ejemplos de esto la libertad que se dejó a las turbas desenfrenadas del 2010 ante el Holiday Inn y represión a la marcha de la sociedad civil en abril del 2011.

¿Podría haber parado todo esto la jefa policial Aminta Granera? ¿Debería haber renunciado? Los analistas consideraban que su posición ha sido muy difícil y que ha hecho lo que ha podido, tratando de mantener viva la doctrina policial herencia de la revolución popular, en medio de un nido de seguidores leales al orteguismo. Aminta Granera terminó su período en septiembre del 2011 y fue mantenida en el cargo bajo orden presidencial, contraviniendo el reglamento interno de la policía nacional.


Desde entonces se han registrado nuevos casos de violaciones a derechos humanos y hasta complicidad en asesinatos por la policía nacional como es el caso de los campesinos asesinados en el Carrizo en el 2011. A un año de la masacre de esa familia campesina de El Carrizo, José de Jesús (Jersan) Herrera Zepeda, exsecretario político del FSLN en Cusmapa; Eusebio Cruz Montenegro, exfuncionario del Consejo Electoral Municipal (CEM), y el subcomisionado Elvin de Jesús López, exjefe de la Policía de la zona y tres agentes más de esta localidad, que fueron encontrados culpables y condenados a penas que no superan los tres años de cárcel, son mantenidos en una de las celdas preventivas policiales de la ciudad de Somoto.


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También se han dado casos como el de la niña violada por policías a escasos metros de la casa presidencial, el de las denuncias múltiples en Nueva Guinea, Chinandega, Chichigalpa y el más reciente, el de una reclusa violada en una cárcel de Tipitapa por dos oficiales, en el que en una cárcel una detenida le pidió permiso a un oficial para tener sexo con  otro recluso. El policía aceptó pero primero le dijo que tenía que pasar primero por él. La jefatura sólo da de baja a los oficiales involucrados, pero muy pocos están siendo procesados penalmente.

Finalmente es importante recordar un caso que guarda grandes similitudes con el ataque a #OcupaINSS: En la madrugada del 19 de Julio del 2012, los jóvenes que habían permanecido casi un mes en el llamado “campamento por la dignidad”, desde donde clamaban por la destitución de los magistrados del Poder Electoral  frente al Consejo Supremo Electoral, fueron desalojados por un grupo de personas que llegaron abordo de cuatro camiones de la Alcaldía de Managua.

Según las víctimas unos 150 hombres y mujeres llegaron abordo de cuatro camiones de la Alcaldía de Managua llevando piedras, palos y morteros. El asalto fue rápido y certero, arrancando las champas y casas de campaña que habían instalado.

“Todos andaban vestidos con uniformes de la Alcaldía”, relató una de las víctimas, quien denunció que a todos ellos les quitaron sus teléfonos celulares, cámaras de video y fotográficas, una planta eléctrica y una computadora portátil.

Contaron que varios de sus agresores llegaron desde la tarde del 18 de julio y se instalaron en los alrededores de la Plaza Benito Juárez. Los asaltantes, presuntamente miembros de la Juventud Sandinista, iban ocultos en cuatro camiones de la Alcaldía, de los que saltaron cuando pasaron por las barreras que controlaban el paso vehicular y que estaban en poder de la Policía Nacional.

Una vez que el grupo llegó hasta la plazoleta en donde permanecían atrincherados unos 20 jóvenes, la emprendieron a golpes, silletazos, con garrotes, palas y otros objetos de metal. La superioridad numérica del grupo asaltante no encontró mayor resistencia entre los protestantes que salieron huyendo rumbo al barrio Jorge Dimitrov, en donde encontraron refugio en viviendas de humildes trabajadores.

Mientras interponían la denuncia en la oficinas de la Policía Nacional, en Plaza El Sol, otro grupo de trabajadores de la Alcaldía capitalina se apostaron en la plaza Benito Juárez. Estos dijeron que llegaban a hacer obras de mantenimiento pero sólo portaban machetes y piedras. Este caso aún sigue sin respuesta por parte de la policía.

Volviendo al presente, la policía nacional, el martes 25 de junio (cuatro días después del brutal ataque a los jóvenes de #OcupaINSS y ancianos de la UNAM en el plantón) emitió el siguiente comunicado:

“En vista que algunas personas y grupos interesados han estado expresando públicamente, de forma malintencionada que actualmente se encuentran personas detenidas a causa de los sucesos ocurridos en días pasados en las inmediaciones del Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS), aclaramos e informamos que en este momento en la Policía Nacional no se encuentra ninguna persona detenida, relacionada a tales hechos. Esta posición obedece a intereses oscuros y malintencionados que de forma perversa pretenden desacreditar y deslegitimizar la labor de la Policía Nacional de Nicaragua, presentando y manipulando a través de las redes sociales y algunos de medios de comunicación, imágenes y videos de hechos que no ocurrieron en nuestro país y que tampoco fueron realizados por nuestros agentes, lo que denunciamos y condenamos públicamente”

De esta manera la policía se adelantó a cualquier denuncia calificando de “intereses oscuros y malintencionados” cualquier testimonio o evidencia de los sucesos, que además fueron desestimados como “imagenes y videos que no ocurrieron en nuestro país” haciendo referencia a una foto que publicó el diario Hoy durante la toma del edificio del INSS en la que aparecía la imagen de una anciana herida de la cabeza como si fuera de Nicaragua pero que en realidad era de Colombia. Esa única foto errada se convirtió en la evidencia de alguna especie de complot contra la policía nacional, transformando de manera automática al resto de videos, fotos, testimonios y evidencias forenses en falsedades a priori y por ende sin necesidad de ser verificadas e investigadas. En cuanto a las detenciones ilegales la justificación tácita enarbolada por la policía fue la existencia de siete policías heridos durante los incidentes, dejando entrever que el uso de la fuerza estaba más que justificado.

En el artículo anterior concluíamos que “nuestra policía nacional logró sobrevivir a tres presidentes neoliberales que intentaron convertirla en instrumento de represión social, mecanismo de persecución política, órgano de corrupción, pero parece que será un presidente del socialismo del siglo XXI que logrará lo que ellos no pudieron. Si el presidente de la república logra destruir la legalidad de la policía al convertirla en una que actúa con parcialidad, habrá matado una de las instituciones de nuestra revolución, esta sería, definitivamente, la acción más contrarrevolucionaria posible”

Ahora, ante ese cúmulo de eventos y la evidente descomposición de la policía nacional, con una Aminta Granera decorativa que desapareció durante los días de la toma y del plantón, sólo para reaparecer después, franqueada por oficiales, seleccionando que preguntas responder y no decir una sola palabra sobre la criminal actuación de sus subordinados; no nos queda mas remedio que admitir con amargura que la policía nacional ha sido destruida como institución y que no sólo no podemos confiar en que nos proteja, sino que incluso, hemos de temerle.

Todo indica pues que el vocero de la policìa, comisionado mayor Fernando Borge, tiene toda la razón con las afirmaciones expuestas en el comunicado oficial emitido el 25 de Junio: efectivamente existen intereses oscuros y malintencionados que de forma perversa pretenden desacreditar y deslegitimizar la labor de la Policía Nacional de Nicaragua; sólo que esos intereses no vienen de un grupo de chavalos y chavalas que se desconectaron de las redes sociales para conectarse a las calles, o de supuestas maniobras de una derecha invisible a la que afanosamente buscaban descubrir los policías con sus interrogatorios y torturas. No, esos intereses vienen concretamente de una casa ubicada en el parque a un costado del parque El Carmen. De ahí vienen los intereses en convertir a esta que fue nuestra policía nacional en una policía contrarrevolucionaria.
Equipo Política Mente Incorrecto
4 Julio 2013

Ver mas:

Video cámaras de seguridad gasolinera PUMA rotonda Plaza Inter madrugada del sábado 22 de Junio 2013:
http://www.youtube.com/watch?v=juN1ED5PFqc&feature=youtu.be

Video desde adentro de gasolinera PUMA rotonda Plaza Inter madrugada del sábado 22 de Junio 2013:
http://www.youtube.com/watch?v=TWvWjCEhR5A

Canal 4 Multinoticias: Policía Nacional desmiente señalamientos de la derecha corrupta (Ver Video) 
http://multinoticiastv4.com/index.php?option=com_content&view=article&id=10374%3Apolicia-nacional-desmiente-senalamientos-de-la-derecha-corrupta&catid=68%3Adepartamentales&Itemid=469

NOTIVOS-DENUNCIA JÓVENES FISCALÍA

https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=e6bJ3_72sy0


Gonzalo Carrión (CENIDH) la Fiscalía debe investigar la represión

http://www.confidencial.com.ni/video/774


Juan Carlos Ampié sobre #OcupaINSS y la propaganda oficial

http://www.confidencial.com.ni/video/772


Reportaje: El balance de la protesta social de los ancianos y los jóvenes

http://www.confidencial.com.ni/video/771






miércoles, 13 de marzo de 2013

Juventud y Futuro Político en Nicaragua




Por Luis Campos Pérez*

           En los últimos años estudios realizados sobre la cultura política juvenil en Nicaragua señalan que se está produciendo una movilización hacia un individualismo radical, marcado por tendencias hedonistas, utilitaristas y materialistas. Sin embargo, una revisión más recóndita de ese proceso refleja que existe un quiebre ideológico, identitario y valorativo entre la juventud y las generaciones más adultas –las cuales personifican y lideran el actual orden político y la hegemonía moral, y a la cual me referiré como la generación de las ideologías-. Como antecedente, la generación de las ideologías fue marcada por las experiencias vitales de casi dos décadas de conflicto armado en pleno cenit de la guerra fría, y en el cual se expresó la pugna ideológico-emocional de bandos contrapuestos (sandinistas vs. somocistas, liberales-conservadores vs. sandinistas, reaccionarios vs. revolucionarios, etc.). Las juventudes de los años setenta y ochenta interiorizaron profundamente los esquemas ideológicos, sociales y económicos en conflicto, los cuales alcanzaron un nivel de fijación profunda por la carga emocional que conllevó el conflicto armado.

            La juventud contemporánea conforma la tercera generación de cultura política desde entonces y la primera que nació dentro del período democrático constitucional. De este modo, existe en la actualidad un conflicto intergeneracional silencioso entre la generación de las ideologías y la juventud contemporánea, que de manera más o menos difusa está produciendo nuevos idearios políticos, que si bien no son tan antagónicos como los comprendidos en el conflicto bipolar de la guerra fría, sí presenta oportunidades para generar nuevas formas de “hacer ideología” desde la juventud. Aunque es previsible que esto, al menos inicialmente, ocurra dentro del esquema hegemónico capitalista contemporáneo. Es decir, que no cuestionaría las premisas consideradas como extensivamente preferibles dentro del orden internacional –como la libertad de mercado, el individualismo utilitario, la lógica de la acumulación y la supervivencia entre extremos socioeconómicos y la democracia liberal- pero sometería a escrutinio ideas altamente movilizadoras como la dignidad humana desde una perspectiva ética y moral estrictamente materialista.

            Sin embargo, el orden político existente en Nicaragua intenta preservar la estabilidad del sistema al reproducir sus valores y creencias sobre las nuevas generaciones. Y es en esa relación vertical en la que se producen actitudes, que en realidad son marginales, como la profunda desconfianza en el sistema político y las autoridades, el desinterés en la política entendida como la discusión de lo público por parte de las élites y el deseo -desincentivado por la práctica política existente- de participar en el mejoramiento de la sociedad en general.

            Lo que yace en el centro del ideario político juvenil contemporáneo en Nicaragua es una conexión invisible que vincula a toda la juventud consigo misma. Esta refleja la reconfiguración intergeneracional de valores, creencias, intereses y aspiraciones sobre la política. Sin embargo, esa conexión invisible convive con el orden político y la moral hegemónica de la generación de las ideologías, la cual tiende a constreñir a la juventud con valores como el anti individualismo, la lealtad política patrimonialista y el mesianismo político partidario. La conexión invisible contiene dentro de sí el potencial para la generación amplia de consensos estructurales, sociales y políticos. De este modo, la juventud contemporánea presenta condiciones verdaderamente favorables para el reconocimiento asertivo del consenso latente más allá de consideraciones afectivas o ideológicas. Sin embargo, la configuración dominante del orden político actual en Nicaragua trata de preservar el comportamiento y expectativas políticas juveniles dentro de cierto espectro no institucionalizado considerado como aceptable. Es decir, los jóvenes encuentran su ámbito de acción, condicionado por los valores políticos dominantes en el actual orden político.

            La clave para la transformación radica en la asertividad política de la juventud. Es decir, que en la medida en que los y las jóvenes desentrañen sus propias percepciones y aspiraciones políticas en esa misma medida se podrá dar el salto hacia el desarrollo político. Sin embargo, ese proceso requiere cuestionar esquemas aparentemente aceptados como normales. Por ejemplo, el cuestionamiento de la propia democracia. Que para que tenga sentido requiere que la juventud construya sentido propio de ella.

            Las nuevas formas ideológicas de la juventud nicaragüense se basan en una tendencia a evaluar empíricamente el desempeño del sistema político, en general, y del Estado, en particular. Esto significa que la simpatía por uno u otro partido político está dejando de ser un factor identitario casi hereditario o emocionalmente orientado para convertirse en una contingencia que observa empíricamente el desempeño de políticas públicas específicas. De igual manera, la preferencia partidaria se encontrará asociada directamente a un cálculo de los beneficios concretos y por lo general materiales que pueden devenir de tal preferencia.

            Ciertamente, estas nuevas formas ideológicas contienen aspectos positivos y negativos, por lo que es de vital importancia el involucramiento de toda la comunidad política para la conducción creativa del futuro de Nicaragua. Con intervención o sin ella el resultado podrá apreciarse tanto en la dimensión formal del orden político, como en la dimensión real del mismo, al cabo de los próximos treinta o cuarenta años. De este modo, dentro del espectro de procesos futuros podríamos estar frente a una sociedad más atomizada, individualista, insolidaria y sin una visión clara de nación, o podríamos moldear el desarrollo político a través de la identificación de los intereses y aspiraciones reales de la juventud y construir sobre esa base un consenso social y político amplio con la inducción de valores democratizantes y solidarios. La clave se encuentra en manos de la juventud en tanto que principales actores del desarrollo político, y de la sociedad civil y demás instituciones políticas como impulsores del proceso.

            Así, la gestación actual del ideario político juvenil en Nicaragua, y su superficial escepticismo social y político, no debe ser vista con pesimismo sino como lo que en realidad es, una importante oportunidad para saltar hacia una sociedad política más efectiva y con una democracia más integradora, con un consenso social amplio acerca de los intereses y aspiraciones comunes para el presente y el futuro de la nación.


*Este artículo comprende algunos aspectos que forman parte del libro que se publicará en 2013, titulado: El Consenso Latente: Cultura Política Juvenil Contemporánea y Cambio del Orden Político en Nicaragua.

domingo, 29 de julio de 2012

Nicaragua: nuestra mirada/ Nicaragua: nosso olhar del colectivo "Las Papayas"



Colectivo las papayas
http://papayas-sobre-ruedas.tumblr.com/

Nuestra primera parada en Nicaragua fue Managua. No era la capital el primer lugar donde nos apetecía estar, pero las circunstancias así lo quisieron y es que, casualidades del destino, esa misma noche que llegamos nosotras, la gran Baca Loca, junto con Clara Grun iban a ser parte del evento “mi mamá soltera SÍ es mi FAMILIA! Así que nos sentimos convocadas y ahí caímos para escuchar sus canciones y sus reivindicaciones.
Managua es una capital particular, muy verde y con mucha agua (un lago y algunas lagunas), donde ese mismo lago es el referente para dar direcciones: si preguntas por algún destino, puedes encontrarte con una respuesta así: “10 varas hacia el lago”, lo que puede pasar es que una no sepa dónde tiene el lago situado en esos momentos…
La sensación que tuvimos al entrar a Managua es que tras metros y metros de avanzar, nos parecía seguir en la periferia. Cuando alguien nos dijo que estábamos en el centro, no nos quedó de otra que creerlo. Más tarde entendimos que es una ciudad situada sobre importantes fallas geológicas y que eso le ha salido caro, sobretodo en dos ocasiones en las que los temblores han ocasionado daños tremendos, tanto en las estructuras de la ciudad como en vidas.
De Managua, nos movimos a San Marcos, en el departamento de Carazo, un municipio rodeado de maquilas, en las que trabaja la mayoria de la gente que habita ahí o en los municipios cercanos. Un lugar tranquilo donde encontramos Casabierta, que haciendo honor a su nombre, nunca nos negó la entrada.
También estuvimos en Matagalpa, donde el movimiento de mujeres está muy vivo y donde pudimos conocer un montón de organizaciones con trabajos super valiosos.
Nicaragua es verde, es hermosa, caliente y amable. Infelizmente, no podemos decir que esté libre de contaminación. Hay mucha basura en los campos, en las calles, los ríos y las playas.Y si algo nos puso tristes fue ver la insensibilidad de los vendedores de animales en las carreteras. Es verdad que también pudimos ver mucha gente preocupada con la ecología, gente que lucha por una tierra saludable.
En este corto periodo de tiempo que hemos estado en Nicaragua, comprobamos que es un país que otorga impunidad a las agresiones sexuales. Podemos imaginar la pregunta… ¿y cuál no?
Bueno, Nicaragua tiene la peculiaridad de ser un país presidido por un agresor sexual, violador de su hijastra desde que ella tenía la edad de 11 años. Él es Daniel Ortega, denunciado públicamente, sentenciado por la CIDH y finalmente impune.
Fue en 2006 cuando las esperanzas y el trabajo de mucha gente parecía que iba a dar su fruto con la victoria del FSLN, convertido en el partido que iba a gobernar el país. (Y que a día de hoy sigue gobernándolo, siendo el mismo muñeco presidente, pues tomó la decisión de instaurar la reelección, y no sólo él, sino que hoy, tras 6 años, siguen los mismos en sus mismos cargos)
Pero la esperanza de mucha gente que creía en el Frente se fue acabando… Las mujeres y feministas tuvieron que ver como tras 170 años de vivir en un país donde el aborto terapéutico era permitido, este partido de “izquierdas” decidió echar abajo el artículo y prohibir la práctica.
El Frente Sandinista ha instaurado en el país un enfoque familista, heterosexista y cristiano, donde la iglesia es, ahora sí, el opio del pueblo, “Nicaragua cristiana, socialista y solidaria” es su propaganda de gobierno, vimos la parte cristiana, pero no vimos que desde el poder se promoviera el socialismo ni la solidaridad.
Ante hechos como estos, las feministas no tuvieron otra opción que organizarse para gritar y luchar contra ese gobierno patriarcal y sexista que, a día de hoy, sigue acumulando poder.
Esta organización feminista (que para nada surgió en ese momento, sino que ya venía tejida desde la revolución) fue objeto de persecución y el FSLN no tardó en abrir investigaciones en contra de varias compañeras.
Los movimientos de mujeres han sido señalados de alianza indebida y de estar bajo sospecha por la realización de actos ilícitos como lavado de dinero, además de haber acusado a una compañera luchadora y periodista de ser agente de la CIA, de veras, no lo inventamos.   Quienes se organizan desde el movimiento autónomo y laico, van a ser señaladxs y perseguidxs. Quien proteste va a ser criminalizadx.
Ese es Daniel Ortega, presidente de Nicaragua por el partido del Frente Sandinista, un partido que por su pasado revolucionario, pareciera ser de izquierdas. Un gobierno que se autodeclara socialista, donde una tiene que pagar para entrar a la parte pública de una playa, donde no solamente nosotras, como extranjeras, pagamos para entrar y salir del país, sino que tambien lxs nicas pagan por entrar y salir; un país donde la policia nos paró miles de veces a revisar el carro e intentar ponernos multas inventando argumentos insostenibles.
Así nos advirtieron las compañeras: intentan sacar mordida y lxs que no lo intentan te multan cuando quieren igualmente…
Preguntamos qué es lo que quedó de socialista en Nicaragua, lo poco que encontramos y por lo cual nos alegramos, fue el éxito de los programas de alfabetización post-revolución.
Quisimos hacer este pequeño resumen tan subjetivo como se merece, porque creemos necesaria la solidaridad con las compañeras feministas y con el pueblo de Nicaragua, un pueblo digno, combatiente, que no deja de aprender y demostrar a quienes pisamos su tierra, que es un pueblo cálido, humilde y amable.
Colectivo las papayas
http://papayas-sobre-ruedas.tumblr.com/

lunes, 23 de julio de 2012

CRÓNICA DE LA CIUDAD DE LA VIGILANCIA PERMANENTE



Crónica de un evento real

Un grupo de mujeres jóvenes decidieron poner un alto y alzar el spray con el objetivo de plasmar un mensaje de cero tolerancia al acoso en todas sus manifestaciones, en cualquier lugar que se lleve a cabo y sobre todo con el fin de manifestar la total desaprobación de una conducta institucionalizada, desde la legitimidad del cuerpo masculino de agredir y violentar al cuerpo femenino.

Este grupo de mujeres plasmó el mensaje en paredes, postes, calles, basureros y en lugares donde se sabe que se acosa y sobre todo en lugares en los que no se hace nada al respecto, con esto se hace referencia a bares, negocios y demás. Al estar por las cercanías del parque El Carmen, mientras plasmaban un stencil en un poste se percataron de que estaban siendo grabadas por el celular de un tipo que se había bajado de una moto, este andaba en compañía de otro, este último se quedó en la moto. Nunca bajó.

Al percatarse de lo que estaba ocurriendo las mujeres se acercaron a estos dos hombres y se les preguntó por qué filmaban, quienes eran, lo que se pudo identificar fue que andaban con las camisetas del FSLN, las que usa la Juventud Sandinista, usaban unas gorras rojinegras que portaban sus apellidos y ambos cargaban con radios. Argumentaron que los habían llamado diciéndoles que un grupo andaba manchando propiedad privada, a lo que se les señaló que como bien estaban filmando se pudieron percatar que era en un poste que estaban grabando el stencil.

El que grababa no dijo nunca ni una palabra, el de la moto respondió que ellos solo andaban haciendo su trabajo, que eran policías, a lo que una de las muchachas le contestó “Enséñame tu placa entonces, ¿Dónde está tu placa?” A lo que este dijo “No puedo, solo ando haciendo mi trabajo y andamos en otra misión”. Ciertamente no eran policías, y  al parecer tampoco estaban preparados para alguna respuesta, pues al ser encarados pusieron en evidencia su falta de información y preparación.

Después de unos minutos de manifestar que borraran el video porque eso era un delito, preguntó el que manejaba la moto ¿Y qué dice el mensaje? Una de las mujeres le dijo, ni sabes lo que dice ni te fijas. Y luego el respondió, Nosotros solo andamos haciendo nuestro trabajo, y sabemos que ustedes andan haciendo el suyo.

Luego de que una de las mujeres que se había colocado frente a la moto para impedir que se fuera se quitó, el que manejaba aprovechó que ya se iban alejando para decir No te preocupes amor, esto nos queda a nosotros.

Mientras esto ocurría, los CPF´s que laboran en los negocios cercanos solo observaban. Bien pudieron ser ellos los que llamaron, bien pudo ser el tipo vestido de la misma forma que los de la moto que se encontraba en la parada de bus cercana al lugar donde todo ocurrió, bien pudo ser la señora que vende quesillo en la esquina. 

¿Por qué este amplio abanico de posibilidades? Porque para eso están, las estructuras de la JS y del poder ciudadano: sirven para vigilar, y sobre todo cuando son ellos los que se toman y ocupan las calles.

Ese día que este grupo de mujeres jóvenes salió a manifestarse en contra del acoso callejero, era el día del repliegue, y cualquier movilización de personas era catalogada como sospechosa, sospechosa de que escriba pintas en contra de Daniel, del FSLN o del gobierno.
El día del repliegue –como en otras celebraciones del Estado/partido/familia Ortega- todo se mueve en perfecto equilibrio en torno a SU fiesta, y es tan delicado este equilibrio que 4 chavalas spray en mano representan, según ellos, una amenaza al statu quo.

Son tan burdas las estrategias de esta vigilancia a cargo de la policía política, la policía partidaria, que no importa si el mensaje no es en contra de Daniel/FSLN/Gobierno. Lo que sí importa es lograr intimidar, lograr debilitar y deslegitimar cualquier iniciativa de movilización social fuera de las esferas del amplio Estado y de las instancias del poder ciudadano. Sobre todo en Managua, sobre todo si te acercas a los focos prohibidos, como en el caso de la crónica, cerca de la casa de Daniel Ortega.

Para sumar a lo ocurrido, la mayor ironía, es que el grupo de mujeres estaban llevando a cabo una acción colectiva en un espacio público en contra del acoso, y por hacerlo fueron acosadas por estos dos hombres a bordo de una moto, con radios y camisetas que los identificaban como FSLN/JS. ¿Serán estos nuevos modelos/masculinos de acoso, que se alimentan de la legitimización de la agresión y violencia hacia los cuerpos de las mujeres y de todo aquel que piense diferente?

Crónica de un evento real
enviado por una colaboradora al equipo de Política Mente Incorrecto

domingo, 22 de julio de 2012

ENVÍA AMOR AL 33-19


HACIA NUEVAS FORMAS DE HACER IDEOLOGÍA DESDE LA JUVENTUD NICARAGÜENSE



Por Luis Campos Pérez

Como parte integral de esa colectividad que llamamos Nicaragua, en su faz social, con sus contrastes y propiedades innombradas por la Ciencia Política occidental, podemos apreciar una dinámica intrínseca en su cultura política, que consiste en la persistente demanda social de “definición ideológica”. Dicha demanda se manifiesta como un requisito social para reconocer a las personas como parte integrante del "nosotros" o de los "otros", políticamente hablando -aunque en el fondo es una necesidad de identificar la afinidad partidaria, más que la ideología propiamente dicha-. Aunque "etiquetas" genéricas como: sandinista, no-sandinista, y antisandinista -los últimos dos incluyen a quienes “declamatoriamente” se consideran conservadores o liberales - puedan parecer términos vagos, la realidad los clasifica de esta forma para comprender en términos prácticos la totalidad de la comunidad política.

Estas formas de clasificación de los jugadores y los equipos "... permiten a los diversos actores políticos orientarse dentro de la amplitud y complejidad del universo político, cumpliendo funciones cognitivas y afectivas en la comprensión y valoración de los actores y las políticas" (Sani y Sartori, 1992: 418-424, en Capo Giol, 2005). Es decir, vienen a facilitar la identificación política del "nosotros y los otros”. Esta forma de identificación tiende a clasificar la realidad política nacional como una contienda entre “buenos” y “malos”, mientras subestima la relevancia de los proyectos e ideas en la construcción de identidades políticas estructuradas y sólidas.

La construcción de esas identidades políticas requiere el desafío, escrutinio y revisión asertiva de los y las jóvenes nicaragüenses de esas categorías tan profundamente arraigadas en la cultura política nacional cuyas características ideológicas se tornan progresivamente difusas, como son: sandinismo, anti-sandinismo, liberalismo, conservadurismo, izquierda, derecha; que sirven para esquematizar afectivamente las identidades ideológico-partidarias.



Cómo se define la Ideología en Nicaragua

En su sentido más amplio la cultura política nicaragüense descansa sobre una serie de posiciones derivadas de resentimientos y/o simpatías fruto de las experiencias de vida, como es el caso de las generaciones que experimentaron el recrudecimiento del período insurreccional y la guerra proxy de la década de 1980, y que nominalmente llamo “generaciones de la guerra fría” o “generaciones de las ideologías”. Así, estas consideraciones son las que constituyen lo que puede ser identificado como ideología política, en lugar de una jerarquización de valores (políticos, morales, éticos, culturales, religiosos, etc.). Es decir, el modo en el que principalmente las personas de 40 años o más definen su simpatía ideológico-partidaria no se basa en la ideología propiamente dicha, sino en orientaciones afectivas derivadas de experiencias de vida.

Este modo de producir identidades políticas desemboca en lo que nomino "socialización política intergeneracional", en la que las personas que experimentaron las etapas históricas antes mencionadas reproducen estos modos de pensar y percibir la política sobre las nuevas generaciones, y en las que se tiende a acentuar esa clasificación de la política en general como un lucha entre el bien y el mal. Esta dinámica es una condición natural de la socialización y de la tendencia estabilizadora de los sistemas y estructuras políticas. Es decir, desde el punto de vista de la socialización política los individuos y grupos sociales, como la familia, tienden a reproducir y difundir sus creencias y valores sobre los nuevos individuos. 

Esto no significa que los y las jóvenes sean receptáculos vacios esperando a adquirir información para reproducirla tal cual, sino que en etapas tempranas de la vida estas creencias y valores son importantes para construir, en etapas posteriores, visiones mezcladas de la realidad en las que los valores que tempranamente recibieron se disuelven con las experiencias de vida del propio receptor de la socialización para construir nuevos valores y creencias.

En cuanto a la tendencia estabilizadora del sistema político, los miembros de la comunidad política, individualmente y colectivamente, tienen preferencia hacia la preservación del statu quo de las relaciones sociales y del orden existente.

De este modo, un pregunta verdaderamente compleja, -por sus implicaciones valorativas, por la responsabilidad de construir una respuesta apoyada en la ética y en una noción más o menos clara de ideales políticos de largo plazo, y que algunos con devastadora simpleza contestan- es: ¿Cuál es tu ideología?

En buena medida la respuesta a dicha pregunta se ciñe, en este artículo, a una suerte de solución al fenómeno que en publicaciones anteriores titulé la "conexión invisible" que comparten los y las jóvenes en Nicaragua, y que en su condición natural consiste en tres características: Pragmatismo (visto como una preferencia del pensamiento en función de sus resultados prácticos); evasión de ideologías intrincadas, absolutas e infalibles; y la tendencia a maximizar el beneficio propio.

En consecuencia, este texto también intenta llevar la realidad de esa "conexión invisible", que forma parte del ideario político de los y las jóvenes nicaragüenses, al plano de lo social y políticamente “deseable”, proponiendo para ello, una jerarquización de valores políticos que incentiven la construcción de ideologías estructuradas fundadas en las percepciones de la realidad colectiva desde la juventud.

Hacia nuevas formas de hacer Ideología desde la juventud nicaragüense

El núcleo de la estructura valorativa general aquí propuesta parte de la ética humanista y cristiana, que no necesariamente debe ser entendida como exclusivamente confesional para responder a la necesidad de insertar valores humanísticos en toda la estructura social, pero que sin lugar a dudas se encuentra arraigada en lo profundo de la cultura política nicaragüense ya que dentro de la misma, las ideas sobre la política y la religión frecuentemente se diluyen la una en la otra en la realidad nacional.

De esta primera definición se derivan, en el nivel intermedio, dos aspectos que ciertamente deben convivir juntamente en una estructura de valores políticos contemporánea, el primero comprende, el reconocimiento de la realidad de la naturaleza humana, y el segundo incluye, el imperativo ético de convertir el desarrollo y la plenitud humana, individual y colectiva, en el fin último de la labor política.

De este modo, de los dos aspectos ya mencionados se conjugan los siguientes valores:

  • Libertades y derechos individuales: Este se deriva de lo que aquí se define como la realidad de la naturaleza humana, que consiste en la tendencia a preservar y promover el beneficio individual y a actuar como “maximizador del interés propio”. De esta forma, es imperativo la protección del individuo frente al Estado y la colectividad; la consideración y el respeto a las diversas percepciones de la realidad individual; y la libertad de ser y hacer lo que su particular forma de ver el mundo dicte a cada sujeto. Es decir, la tendencia individualista primaria es una realidad inexorable de la naturaleza humana, y dicha tendencia no debe ser enjuiciada como un impulso moralmente cuestionable. Y este es uno de los principales retos de la juventud nicaragüense frente a la moral hegemónica de las “generaciones de las ideologías”.
  • Justicia social: Comprende el auto reconocimiento como sujeto social que comparte la responsabilidad con todos los miembros de la colectividad nicaragüense de transformar la realidad social y política en desarrollo social, en su sentido más amplio. A su vez, esto debe apreciar la democracia participativa, no como una forma “ideal” de gobierno que absorbe las demandas sociales mientras incluye a la población en los procesos de toma de decisiones, sino como condición operativa absolutamente necesaria para procurar el desarrollo humano, la generación de consenso y la resolución del conflicto social en Nicaragua.
De igual forma, incluye la participación determinante de Estado en la reducción las limitaciones materiales de los sectores más empobrecidos de la nación. Por otra parte, estima el proceso de integración latinoamericana como un objetivo estratégico para proteger y promover los intereses regionales y civilizaciones frente a un mundo progresivamente multipolar e inestable. Y por último pero no menos importante, la protección del medio ambiente y los recursos naturales como una forma no solo de garantizar el sostenimiento de las generaciones por venir, sino como un potenciador del poder nacional.
De esta forma, el conglomerado de “justicia social” tiene el papel de transformar la tendencia existente en la cultura política juvenil contemporánea de maximizar el interés individual. Es decir, este es el punto que mayor inducción de valores políticos requiere desde las propias instituciones políticas para la modulación de la transición del orden político en Nicaragua de un grupo de generaciones a otro.
  • Pragmatismo Reformista: Por otra parte, el pragmatismo reformista se deriva de la evasión de interpretaciones intrincadas e “infalibles” de la realidad Nicaragüense -y la falacia que representa la creencia de que se tienen todas las respuestas sin necesidad de cooperación entre los diversos actores (sociales, políticos, económicos, académicos, etc.)-, mientras que aprecia la observación de la realidad material, circunstancial y total en función de mejorar la sociedad y los múltiples desafíos que afronta. Además, establece el rechazo a la clasificación del mundo y sus interacciones políticas como una contienda entre "buenos y malos", en lugar de una entre actores que persiguen la consecución de sus intereses. De igual forma, aglutina tanto las libertades y derechos individuales como la justicia social. En síntesis, el Pragmatismo Reformista es el esfuerzo por comprender la realidad individual y social, y el reconocimiento del potencial para transformarla, con una base de “contingencias ideológicas” en las que las creencias y valores políticos partan de la realidad cotidiana y sean suficientemente flexibles como para ser transformadas en la medida en que la propia realidad cambie


En conclusión, esas nuevas formas de hacer ideología desde la juventud nicaragüense, en la tesis aquí presentada, propone una ruptura con las creencias y valores políticos afectivos que componen en buena medida el orden político actual en Nicaragua y que las “generaciones de las ideologías” intentan reproducir sobre las nuevas generaciones, por el reconocimiento de los intereses y aspiraciones comunes a la juventud, en busca de la identificación e inducción de valores políticos que develen el consenso latente que yace en la cultura política juvenil contemporánea, y que a su vez ofrece la superación de la persistente polarización política de la sociedad nicaragüense.

Por Luis Campos Pérez