Crónica de un evento real
Un grupo de mujeres jóvenes decidieron poner un alto y alzar el spray con
el objetivo de plasmar un mensaje de cero tolerancia al acoso en todas sus
manifestaciones, en cualquier lugar que se lleve a cabo y sobre todo con el fin
de manifestar la total desaprobación de una conducta institucionalizada, desde
la legitimidad del cuerpo masculino de agredir y violentar al cuerpo femenino.
Este grupo de mujeres plasmó el mensaje en paredes, postes, calles,
basureros y en lugares donde se sabe que se acosa y sobre todo en lugares en
los que no se hace nada al respecto, con esto se hace referencia a bares,
negocios y demás. Al estar por las cercanías del parque El Carmen, mientras
plasmaban un stencil en un poste se percataron de que estaban siendo grabadas
por el celular de un tipo que se había bajado de una moto, este andaba en
compañía de otro, este último se quedó en la moto. Nunca bajó.
Al percatarse de lo que estaba ocurriendo las mujeres se acercaron a estos
dos hombres y se les preguntó por qué filmaban, quienes eran, lo que se pudo
identificar fue que andaban con las camisetas del FSLN, las que usa la Juventud
Sandinista, usaban unas gorras rojinegras que portaban sus apellidos y ambos
cargaban con radios. Argumentaron que los habían llamado diciéndoles que un
grupo andaba manchando propiedad privada, a lo que se les señaló que como bien
estaban filmando se pudieron percatar que era en un poste que estaban grabando
el stencil.
El que grababa no dijo nunca ni una palabra, el de la moto respondió que
ellos solo andaban haciendo su trabajo, que eran policías, a lo que una de las
muchachas le contestó “Enséñame tu placa entonces, ¿Dónde está tu placa?” A lo
que este dijo “No puedo, solo ando
haciendo mi trabajo y andamos en otra misión”. Ciertamente no eran
policías, y al parecer tampoco estaban
preparados para alguna respuesta, pues al ser encarados pusieron en evidencia
su falta de información y preparación.
Después de unos minutos de manifestar que borraran el video porque eso era
un delito, preguntó el que manejaba la moto ¿Y qué dice el mensaje? Una de las
mujeres le dijo, ni sabes lo que dice ni
te fijas. Y luego el respondió, Nosotros
solo andamos haciendo nuestro trabajo, y sabemos que ustedes andan haciendo el
suyo.
Luego de que una de las mujeres que se había colocado frente a la moto para
impedir que se fuera se quitó, el que manejaba aprovechó que ya se iban
alejando para decir No te preocupes amor,
esto nos queda a nosotros.
Mientras esto ocurría, los CPF´s que laboran en los negocios cercanos solo
observaban. Bien pudieron ser ellos los que llamaron, bien pudo ser el tipo
vestido de la misma forma que los de la moto que se encontraba en la parada de
bus cercana al lugar donde todo ocurrió, bien pudo ser la señora que vende
quesillo en la esquina.
¿Por qué este amplio abanico de posibilidades? Porque
para eso están, las estructuras de la JS y del poder ciudadano: sirven para
vigilar, y sobre todo cuando son ellos los que se toman y ocupan las calles.
Ese día que este grupo de mujeres jóvenes salió a manifestarse en contra
del acoso callejero, era el día del repliegue, y cualquier movilización de
personas era catalogada como sospechosa, sospechosa de que escriba pintas en
contra de Daniel, del FSLN o del gobierno.
El día del repliegue –como en otras celebraciones del
Estado/partido/familia Ortega- todo se mueve en perfecto equilibrio en torno a
SU fiesta, y es tan delicado este equilibrio que 4 chavalas spray en mano
representan, según ellos, una amenaza al statu quo.
Son tan burdas las estrategias de esta vigilancia a cargo de la policía
política, la policía partidaria, que no importa si el mensaje no es en contra
de Daniel/FSLN/Gobierno. Lo que sí importa es lograr intimidar, lograr debilitar
y deslegitimar cualquier iniciativa de movilización social fuera de las esferas
del amplio Estado y de las instancias del poder ciudadano. Sobre todo en
Managua, sobre todo si te acercas a los focos prohibidos, como en el caso de la
crónica, cerca de la casa de Daniel Ortega.
Para sumar a lo ocurrido, la mayor ironía, es que el grupo de mujeres
estaban llevando a cabo una acción colectiva en un espacio público en contra
del acoso, y por hacerlo fueron acosadas por estos dos hombres a bordo de una
moto, con radios y camisetas que los identificaban como FSLN/JS. ¿Serán estos
nuevos modelos/masculinos de acoso, que se alimentan de la legitimización de la
agresión y violencia hacia los cuerpos de las mujeres y de todo aquel que
piense diferente?
Crónica de un evento real
enviado por una colaboradora al equipo de Política Mente Incorrecto
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