Nicaragua tuvo el 10 de enero del 2012 el acto oficial de toma de posesión del cargo de presidente, a la que asistieron muchas representaciones oficiales, se trasmitió en cadena televisiva (con su respectivo bloqueo a emisiones de la señal de cable privado) en pantallas gigantes en varias ciudades y hasta en altavoces en centros comerciales.
Hoy, en una mirada a las noticias de Facebook vimos por ahí alguien que ponía que hoy era el día dos de la Dictadura.
No estamos de acuerdo.
Hoy se cumplen 733 días de dictadura.
La dictadura no nació ayer, nació un 9 de enero del año 2010 y esto es muy fácil de demostrar.
Ese día el presidente de la república Daniel Ortega Saavedra emitió un decreto que prorrogaba los cargos vencidos de 25 funcionarios públicos, violentando el artículo constitucional 138, en sus numerales 7, 8 y 9, el cual dice que corresponde a la Asamblea Nacional la elección de los funcionarios de Estado de alto rango, con votación calificada, es decir con el respaldo de al menos 56 legisladores.
Ese decreto, de acuerdo al jurista Oscar Castillo “viola la Constitución y rompe el principio de legalidad y contraviene una serie de funciones y competencias señaladas en la Constitución para la Asamblea Nacional”
Es decir, que de acuerdo a La RAE que define dictadura como un “Gobierno que, bajo condiciones excepcionales, prescinde de una parte, mayor o menor, del ordenamiento jurídico para ejercer la autoridad en un país. Gobierno que en un país impone su autoridad violando la legislación anteriormente vigente” ese día se cumplieron los dos criterios y hasta el día de hoy se siguen cumpliendo.
Luego también podemos recordar que el Arnoldo Alemán Lacayo y su Partido Liberal Constitucionalista hicieron muchos amagos de revertir esta situación, que atrasaron la elección de nuevos magistrados, hecho que podría haber retornado a una situación de derecho al país pero no fue así. Podemos recordar el vergonzoso rol del partido Alianza Liberal Nicaragüense, verdadero testaferro comprado por el binomio Ortega-Murillo y los intentos de la sociedad civil por lograr obtener compromisos por parte de los partidos para superar la crisis.
A partir de ese momento los magistrados de la Corte Suprema de Justicia con cargos vencidos, prorrogados por el decreto dictatorial, apuraron el paso para emitir una resolución histórica que retomó la constitución de los años ochenta (ya no vigente) para superar el gran obstáculo jurídico del artículo 147 de la constitución vigente, que impedía la reelección de Daniel Ortega. El artículo, retomado de la constitución de los ochenta, sacado de su contexto y obsoleto, permitió a la Corte tener algún tipo de argumento (aunque absurdo) para legitimar desde el poder judicial la posibilidad de reelección de Daniel Ortega, arguyendo la restitución de los derechos del pueblo a elegir libremente a sus gobernantes, ya que el artículo 147 era, según ellos mismos, resultado de intereses políticos del momento en que había sido escrito y que no representaba el espíritu del pueblo, en síntesis, demagogia.
A partir de esta nueva resolución, acatada en tiempo record por el Consejo Supremo Electoral que se pronunció favorablemente 24 horas después, se allanó el camino a la continuidad de la dictadura. Arnoldo Alemán, confiado de que contender contra Daniel Ortega en elecciones nacionales daría como resultado un vuelco de los votos hacia él, como único salvador de la nación, levantó varias escaramuzas y aparentó estar en contra de todo el asunto, falso, vuelve Arnoldo era lo que contaminaba su capacidad de razonar los resultados que mostraban las encuestas; a la vez que se preocupaba más por tratar de destruir al resto de la oposición para quedar él como la única opción contraria a Daniel.
Resultado final: Daniel Ortega marchó hacia las elecciones nacionales gracias una resolución ilegal violatoria de la constitución emitida por magistrados con cargos vencidos prorrogados por un decreto ilegal e inconstitucional del ejecutivo, permitido por la mayor parte de la supuesta oposición por intereses personales.
Luego el resultado de las elecciones no fue ninguna sorpresa. Existe una parte de la población menos interesada en Estados de derecho que en el seguir contando con las políticas y proyectos sociales financiados por el ALBA bajo condición de continuidad del gobierno Ortega (léase clientelismo masivo) que votó por un candidato ilegal. Además se dio la defensa orteguista del voto que consistió en bloquear a los fiscales del PLI-UNE, contar con la complicidad del ALN y la ingenuidad caudillista estúpida de Arnoldo Alemán y secuaces, ejercer doble, triple, cuádruple voto más un padrón de muertos que votaron y otro número de maniobras fraudulentas.
¿Seguimos en una dictadura? Si, a pesar de que Daniel Ortega haya ganado efectivamente las elecciones, que en nuestro equipo la mayoría piensa que así fue, aunque con robo sobre votos del legislativo, eso no borra el echo de que todo el proceso estaba viciado desde un principio.
Esto se pudo haber parado elegiendo los magistrados antes del decreto de Ortega o bien inmediatamente después, no se hizo.
Se pudo haber parado con una oposición que no permitiera la legitimización de la resolución de la CSJ sobre el anular de facto el artículo 147 de la constitución de la república, no se hizo.
Se pudo haber parado si los partidos políticos de oposición no hubieran participado en las elecciones, no se hizo.
Hoy se cumplen 733 días de dictadura.
Y recuerden bien los nombres de quienes ayudaron a iniciarla.
Equipo del Proyecto Política mente Incorrecto
twitter @polmincorrecto
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