martes, 10 de enero de 2012

¿PALABRAS DE TOMA DE POSESIÓN DE DANIEL ORTEGA SAAVEDRA 10 ENERO 2012?



Esta Banda le pertenece a los campesinos, a los trabajadores, a la juventud, a las mujeres; esta Banda le pertenece a Nicaragua entera, a los pobres, al pueblo, a todos los nicaragüenses que están dispuestos a luchar por la justicia.
A todos los nicaragüenses que están dispuestos a luchar, porque desaparezca el hambre, la falta de salud, la falta de educación de nuestra Patria. A todos los nicaragüenses que han resistido a pesar de los golpes recibidos por las políticas neoliberales.
Aquí en Nicaragua, desde el año 1990 hasta la fecha, se instaló el neoliberalismo y... ha habido crecimiento económico, y se ha logrado controlar la inflación, ¡es cierto! Y, si hay crecimiento económico y el país está produciendo tanta riqueza... ¿donde va a parar esa riqueza? ¿Acaso va a parar a los campesinos? ¿acaso va a parar a los trabajadores? ¿acaso va a beneficiar a las familias, a la juventud? ¿acaso ese crecimiento económico beneficia a nuestra niñez? Beneficia a unos pocos.
Por eso el pueblo ha manifestado su voluntad en las urnas y me han ordenado seguir aquí, en la lucha, para profundizar la revolución, para hacer crecer la solidaridad.
Y es que la solidaridad es lo que caracteriza a la familia nicaragüense, que en medio de la pobreza y la miseria en la que nos ha sumido el ataque del capitalismo salvaje se apoyan sacando de donde no tiene. Lo mismo ocurre en nuestra familia, Rosario y yo nos apoyamos en este gobierno que es de ustedes y nuestros hijos dedican tiempo y amor a esta labor también.
Ayer en la noche le decía a Rosario: ¿Cómo llegamos aquí? Sorprendido con tanta fortuna que Dios y cristo nos han deparado a mí y mi familia. Rosario, que es una compañera certera en sus análisis, me explicaba que esta continuidad de la revolución no hubiera sido posible sin la terquedad, el servilismo, la ingenuidad y la desunión. Yo no entendía la respuesta, pero Rosario con paciencia y cariño me explicó lo que ahora les voy a compartir.
Estamos aquí en parte gracias a la terquedad del Doctor Arnoldo Alemán; la terquedad de seguir al mando del Partido Liberal y de ser nuevamente presidente de Nicaragua. El hombre bajó de peso, pidió perdón y hasta parecía realmente arrepentido; pero este pueblo es sabio y recuerda los pecados de los hombres que le han servido mal. Pero esa terquedad nos vino a ayudar a nosotros; una terquedad que estaba amarrada al servilismo de la cúpula del PLC que apoyó su candidatura. Una terquedad y un servilismo que mantuvieron marchando contra viento y marea a un candidato ex convicto con todas las encuestas señalando su baja constante de votos.
Pero también estamos aquí gracias a la ingenuidad de la llamada sociedad civil que creyó una y otra vez, a como dice nuestra canción ganadora, en Arnoldo Alemán y su PLC. ¿Se acuerdan de los supuestos acuerdos que hicieron con él en metrocentro? Reunidos ahí en ese centro de la burguesía firmaron papeles que Alemán sabía que no iba a cumplir. La ingenuidad de la supuesta sociedad civil los hizo creer que los partidos de oposición iban a evitar que se le restituyera el derecho del pueblo a elegir a sus candidatos. Pero es que ellos no miraban que la terquedad de Alemán lo hacía imaginar que conmigo en la competencia electoral el ganaría por ser el supuesto salvador de la nación. Así que terquedad, servilismo e ingenuidad se juntaron y esa sociedad civil, que dice que representa al pueblo, se quedó esperando a que los partidos de derecha eligieran a los magistrados con cargos vencidos, luego  esperaron a que los partidos de derecha pararan las justas resoluciones de la CSJ y el CSE para permitir la libre reelección de funcionarios públicos y finalmente esperaron a que los partidos de derecha no participaran en las elecciones.
Finalmente la desunión también ayudó a que llegáramos aquí. La desunión de la oposición. Esos malos hijos e hijas de la patria que Dios sabrá perdonar porque el pueblo sabe que viven de las migajas que les arroja el imperio y solo viven para destruir lo que construye la revolución del amor que entre todos hemos cultivado. Pues esa desunión que produjo como único candidato posible a un cuenta cuentos nos ayudó a caminar aún más seguros de la victoria. Piensen en esto compañeros y compañeras: este es el gobierno del pueblo, el gobierno de la juventud sandinista que adorna nuestras tarimas y defiende los logros en las calles, ¿cómo puede la oposición lanzar un candidato de ochenta años en un país con más del cincuenta por ciento de juventud? Eso es producto de la desunión, de la ingenuidad, del servilismo, de la terquedad.
Nosotros por nuestro lado construimos todo lo contrario para seguir al servicio de Nicaragua. Primero fuimos humildes en aceptar el mandato del pueblo; preguntamos en congresos y asambleas populares y la gente alzaba la voz pidiendo que fuera Daniel Ortega el presidente del pueblo, ustedes mandaron, yo solo obedecí; si hubieran dicho otro nombre yo me retiro compañeros, somos obedientes de Dios y del pueblo.
Construimos una comunidad leal, socialista y solidaria. Los compañeros diputados y compañeros ministros son libres de expresar lo que piensan, si hubieran estado en desacuerdo en esta continuación de mi cargo me lo habría echo saber porque así somos entre nosotros: transparentes. Ya ven que el compañero Walter Porras negó hasta el final que el estuviera cometiendo actos de corrupción, si lo hubiera echo lo habría dicho, un sandinista nunca miente ni es servil.
Y aquí nadie fue ingenuo, sabíamos que la derecha se quería robar las elecciones. Tenían un plan desestabilizador que el compañero Boitano denunció ante las autoridades. La CIA y el gobierno de Obama, que han intentado matar al compañero Fidel y al compañero Chávez, han estado pagando a estos grupúsculos de jóvenes para manifestar su supuesta denuncia y a varias organizaciones que viven de lo que el imperio les paga para marchar y gritar en las calles del pueblo. Nosotros fuimos respetuosos de la libertad de expresión y los dejamos gritar, pero no íbamos a ser ingenuos en las urnas. Por eso compañeros y compañeras leales a la revolución de manera espontánea defendieron el voto; como la compañera primera actriz nacional, que con sus dotes actorales se puso a discutir con una fiscal del PLI en la JRV y a las dos las sacaron del recinto, permitiendo con ese sacrificio el contar los votos sin ningún vendepatria presente. Ahora dicen que inflamos los resultados a nuestro favor, cuando lo que los compañeros que defendieron el voto hicieron fue restituir el voto a todos aquellos que fueron engañados por la oposición. Porque ellos en realidad querían votar por este gobierno, para contar con una asamblea realmente sandinista que es la única que puede permitir un gobierno de todos y todas.
Y sobre todas las cosas, hemos construido unidad. Estamos unidos el ejecutivo, el legislativo, el judicial y el electoral. El compañero Roberto Rivas es un hombre honesto, honesto con el pueblo ya que obedece su verdadera voluntad y no se deja manipular por denuncias, no se deja amedrentar por las críticas en su contra, puras calumnias; y sobre todo, no se deja engañar por los supuestos votos. El lee en el rostro del pueblo, en sus voces, en las miradas de los niños de los semáforos y de las mercaderas, obreros y campesinos. Él sabe que ellos quieren que este gobierno continúe para profundizar el amor y la solidaridad y por eso, unido a nosotros, con el apoyo del fiel Telémaco y de nuestros defensores del voto, hemos caminado hasta aquí.
Ahora sigamos hacia delante, por más victorias en las elecciones municipales, para elegir a los verdaderos alcaldes y alcaldesas, aquellos que practican la solidaridad, el cristianismo socialista. Y si el pueblo así lo quiere pues a transformar esa constitución para que podamos seguir sirviendo mientras Dios lo permita y ustedes lo deseen.
¿Y cómo no recordar y rendir homenaje a nuestros Héroes y Mártires? Ellos están aquí presentes, en el corazón del pueblo; ellos están aquí, también, dándonos fortaleza, más ánimo, para continuar estas luchas; para continuar estas batallas.
Dieron la vida, sin pedir a cambio nada... ¿Qué más puede ofrecer un ser humano a favor de sus semejantes, tal y como Cristo ofreció su vida para que reinara la justicia, el amor entre los hombres, las mujeres, entre los pueblos? Ese es el reino que Cristo quiere para este mundo.
No es el reino de las guerras; no es el reino de las ocupaciones; no es el reino de las acciones militares preventivas; no es el reino de los cautiverios; no es el reino del empobrecimiento de los pueblos del mundo; no es el reino de la destrucción de la naturaleza... lo que Cristo quiere es el Reino del Amor, de la Solidaridad.
Y, en ese reino, estamos comprometidos a trabajar todos los nicaragüenses, todos los latinoamericanos y todos los que en este Planeta tenemos conciencia y compromiso de Humanidad.
¡Que viva el pueblo de Nicaragua!
¡Que viva la unidad de la nación nicaragüense!
¡Que viva la unidad centroamericana!
¡Que viva la unidad centroamericana y caribeña!
¡Que viva la unidad latinoamericana y caribeña!
¡Que viva la unidad de los pueblos del mundo!
¡Que viva el ALBA! ¡Que viva Venezuela!
¡Viva Bolivia! ¡Viva Cuba! ¡Viva Fidel! ¡
¡Viva Hugo! ¡Viva Evo!
¡Viva Sandino!
¡Sandino Vive...!
¡Sandino Vive...!
¡El pueblo unido...jamás será vencido!

Daniel Ortega Saavedra
Presidente de Nicaragua
10 Enero 2011
Nota: estas son las palabras que no se atrevió a decir... pero que bien las pudo haber pensado.

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